El libro de los muertos es una obra esencial en la antigua cultura egipcia, ya que gracias a este elemento los difuntos permitían alcanzar el más allá. Las fórmulas que se agrupan en este libro eran laboriosamente copiadas en las paredes de las tumbas, el los propios sarcófagos y en los elementos que se dejaban para que dispusiese de ellos el faraón en la otra vida. Hay testimonios, incluso, de personas, servidores casi siempre, que se quedaban encerrados con el faraón, cubierto todo su cuerpo con dichas inscripciones, Es un texto, en definitiva, crucial para una cultura como la egipcia, donde todo era prepararse para la muerte, de hecho, en uno de sus fragmentos se puede leer:
“He abierto los caminos que están en el cielo y en la tierra, porque soy el bienamado de mi padre Osiris. Soy noble, soy un espíritu, estoy preparado en el paso de mi lectura. Oh! Todos los diodes y todos los espíritus preparad el camino del alma que os entrego”
Era solo el sumo sacerdote quien tenía acceso a tales lecturas, éste era quien las leía y quien las invocaba delante del difunto. Una vez hecho esto se practicaban distintos rituales para permitir el paso de un mundo a otro mundo.
Antecedentes del Libro de los Muertos
Poco se sabe de las fuentes, se cree que su origen se encuentra en los llamados Textos de las pirámides, que datan de los primeros periodos de la cultura egipcia. El libro consta de unos 200 capítulos o sortilegios. La versión más conocida es quizá la llamada Papiro de Ani, un hermético texto compuesto por tres capas de hojas de papiro pegadas entre sí y divididas en 6 secciones. Es un texto que se conserva en papiro, tiene una longitud de 23,6 metros.
En realidad el título más que “El libro de los muertos”, vendría a ser “Salida del Alma hacia la luz del Día”, la cual refleja de forma más completa, quizá el verdadero sentido de este texto imperecedero.
En posteriores épocas muchos han querido ver un paso hacia la invocación de los muertos y distintos conjuros para despertar a los seres que han dejado esta vida. Originariamente, como hemos visto, el texto tiene otro sentido más amplio y distinto: el de iluminar a los muertos en su camino en la otra vida.
Es en toda regla un texto que viene a consagrar la muerte y destinado a la protección del difunto, un texto y unas letanías de liberación y reconocimiento de otra existencia y otro mundo, más allá de nuestra realidad.
De este libro se puede desprender, también, a través de sus múltiples conjuros y ritos mágicos, profundas creencias de una vida después de la muerte, de una existencia para los buenos y los justos y de otra para aquellas almas corrompidas por actos impuros.
Con el trascurso de los siglos, este libro ha sido fuente de inspiración para distintas ramas de magia negra, en cuanto a la argumentación, articulación y desarrollo de muchos de sus ritos que tienen que ver con la nicromancia o con el despertar de los muertos en esta dimensión. Se establece así una lectura tergiversada e intencionada de las fórmulas y las sentencias que este enigmático libro guarda.
Sea como fuere, es un texto que sigue suscitando la misma fascinación por parte de neófitos y maestros. En sus hojas permanecen antiguos conocimientos y una manera de entender la vida muy vinculada con la muerte, relacionada con otras dimensiones y hermanada con un final que, para los egipcios, es solo un tránsito hacia otro lugar, un concepto este asumido por los católicos y la mayoría de las grandes religiones monoteístas, frente a las animistas o aquellas otras vinculadas con la naturaleza.
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